Origenes del teatro iquiqueño

Las raíces y cimientos obreros... La historia de la actividad teatral local, o si se desea "cientificar" más aún, los origenes del teatro iquiqueño urbano nacen a partir del teatro pampino y salitrero. Antecedentes que están documentados por Pedro Bravo Elizondo en su libro “Raíces del Teatro Popular en Chile”.
Bernardo Guerrero, sociologo iquiqueño y caádenico de la Universidad Arturo Prat, expone prologando "Tres decadas de teatro y un sainete" que "un par de observaciones nos serán útiles para entender el desarrollo de esta actividad en las últimas décadas."(Ward, 1966) Las cuales se exponen a continuación:
El teatro obrero, de principios de siglo se creó bajo la batuta de Luis Emilio Recabarren. No solo creó el periodico “El Despertar de los Trabajadores”, sino que, también se preocupó de crear un espacio físico para que al calor de la interacción “poder arrancar a los obreros de la apatía, de los vicios y atraerlos al socialismo” (Bravo 1991).
Durante los años 1911-1914 Recabarren organiza el conjunto infantil “Arte y Libertad”, a cargo de Mariano Rivas, argentino; el círculo “Arte y Revolución”, dirigido por Jenaro Latorre; la estudiantina “Germinal” y el “Coro Obrero”.
Urgando en los archivos del Museo Regional donde se encuentran los diarios antiguos iquiqueños, encontramos que en febrero de 1914, el anuncio de la presentación de la obra “Los Mártires”, que se estrenó el sábado 21 de febrero de 1914, además en esa misma fecha el Centro Femenino Anticlerical Belén de Zágarra también hace presentaciones teatrales.
Paralelamente a ello en las oficinas salitreras, la cultura obrera y el teatro lentamente empezaban a abrirse paso. En la oficina Aurora se inaugura el Centro de Lectura y la Escuela Nocturna Francisco Bilbao.
Destaca Guerrero como un hito importante en la historia teatral local "el hecho de que el Teatro Obrero (ubicado en calle San Martín 927) estrenará el drama social “Desdicha Obrera”, de Luis Emilio Recabarren. (7 de agosto de 1921).
"Bravo Elizondo, plantea que el grupo de mayor labor teatral fue sin duda “Arte y Revolución” , y distingue tres momentos claves en su desarrollo: el período fundacional que va desde 1912 a 1915, , con Recabarren y Lafertte y “El Despertar”, el segundo es de consolidación y que va de 1916 a 1922 , por último el de declinación de 1923 a 1933.
“La clave para el desarrollo del teatro está en la trilogía formada por Luis Emilio Recabarren, Elias Lafertte y “El Despertar” dice Bravo.
La creación a fines de siglo 19 del Ateneo Obrero de Iquique también es un hecho que hay que destacar. Aquí se destaca Pepe Vila (1861-1836) quien debuta en el Teatro Municipal el 6 de septiembre de 1892.
En agosto de 1932, se funda en Iquique la Asociación Artística y de Aficionados de Tarapacá, por iniciativa del joven oficial de la Fuerza Aérea, Diego Barros Ortiz, poeta y novelista santiaguino nacido en 1908. Esta asociación artística, en plena crisis organiza veladas teatrales. Otros grupos como “Los Bohemios”, presenta la obra “Mocosita” de Armando Mook. Surge también la compañía de Luis (Pepe) Paoletti, Alondra y Enrique Baguena, etc. Otros centros como “Rubén Dario”, “Nicanor de la Sotta”, quienes presentan obras para los cesantes.
Como se puede apreciar, este teatro de origen obrero y pampino tuvo una tarea extensa siendo justos en considerarlo como el motor, la energía y las raíces que nutren y fortalecen la activa labor que actualmente se realiza en la ciudad, cada cual con su estilo, tiempo, público y espacio demarcado.

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